Las últimas semanas estuvieron repletas de contradicciones entre candidaturas y los preceptos de la Carta Magna. Es que es muy difícil pensar que el argumento que puede llegar a rebatir a un posible futuro portador de dicho cargo sea que no reúna exactamente los requisitos establecidos por la Constitución, sea local o Nacional, necesarios para poder ostentarlo.
Aún más, suena ridículo que quienes deben hacerla cumplir no estén al tanto de esos mínimos detalles, que al momento se vuelven extremadamente importantes. Es que el dictado de dichas normas no es un mero capricho histórico, sino que plasma para el devenir los principios que deben regir el accionar de un país, los derechos que deben protegerse, las garantías necesarias para que aquellos no sean vulnerados (y si ello sucediere, para su subsanación), y todas las cuestiones inherentes a la división de las funciones de poder del Estado.
Pues bien, al parecer, nadie lee. Entonces tenemos una larga serie de titulares que llaman la atención: fulano de tal no puede postularse, entonces buscan encontrarle la vuelta, y postularse para otro cargo. Es que mantenerse en la política, es a cualquier costo. Sin importar la diferencia que hay entre los mandatos. Pero si se demuestra que en sí puede postularse, porque no resulta ser el delito, porque es naturalizado, por opción o natural, o cualquier otra circunstancia que Badeni se encarga de aclarar por comunicación telefónica a quien conduce el programa de radio, pero ven que no les dan los votos, a último momento, igualmente cambian de parecer y quieren negociar con quien no hace mucho juraban que era su peor enemigo.
Y así estamos, y lo vemos en todos los niveles de la política, desde el ámbito nacional, hasta la provincia, el municipio, e incluso la facultad. Todo sea por el carguito político, dejo el cuero cabelludo de mi vieja, el honor del que me habló mi padre y por las dudas, pongo a mi hermano de guardaespaldas. Pero eso, para la próxima entrega.
Viendo en lo que ha degenerado el actual Gobierno, concuerdo con los dichos de nuestra Presidente/a pronunciados al asumir su mandato cuando expresaba:
ResponderEliminar"Los Revolucionarios de ayer, son los Oligarcas de mañana".
Creo que debió sincerarse y el tiempo verbal utilizado debió haber sido: "somos"
Luego se irán, pero volverán. Y no seremos más, ni yo, ni tú, ni él. Y ellos estarán bien porque tendrán aún muchas más oportunidades de darle vuelta al reloj de arena....mientras nosotros seguiremos esperando. Como aquél que estaba solo y esperaba; y más luego se vió recompensado con la llegada de él, el gran General....¿Será posible otra vez?