13 de julio de 2011

Votar con convicción

Cuando uno ejerce su derecho político de votar, presente en nuestra Carta Magna, e implícito en el ser político del ciudadano argentino, está poniendo en marcha un proceso de gran significancia personal y social. Desde el inicio de los tiempos modernos, en donde se plantearon las bases del fenómeno político-cultural actual, el derecho político de votar era la consagración del resto de los derechos. La expresión de la voluntad estaba vedada sólo a unos pocos, y con el devenir de los años, esto se amplió hasta los límites que conocemos hoy en día.

En mi sincera convicción, quien puede entonces votar, debería conocer, debería saber y medir las consecuencias de semejante proceso. No se queda en expresar una cierta tendencia, a la que uno adhiere o simplemente respeta, sino que implica dar a conocer el modelo de gobierno que uno apoya, crear una base sólida que soporte las decisiones que ese gobierno fuera a tomar en caso de ser electo, y si lo demandare, recordarle el por qué se lo votó.

Esto parece que ha sido olvidado. Votar sólo por oponerse a una de los opciones es la peor forma de ejercer ese derecho. Es una aberración. Es la expresión pura de la ignorancia política que gobierna gran parte de nuestro país y se refleja en la no-convicción del electorado, que no tiene razón de ser, y que tampoco la utiliza al momento de poner el sobre en la urna.

Si ese es el proyecto que los argentinos buscan, estamos perdidos. Votar por simplemente oponerse, votar por querer cualquier cosa antes que, es una elección de la que me avergüenzo. Para qué nos dieron el libre albedrío, para qué nos dieron la razón, para qué nos dieron el intelecto. No lo sé. Sigamos llenándonos de basura, y así vamos a terminar. Si ese es el ejemplo que le querés dar a los jóvenes, no votes, quedate en tu casa mirando la tele, que vas a estar mejor. Pero si de verdad pensás en votar, porque tenés convicción, entonces, poné la boleta en el sobre.

Así, he vuelto.

1 comentario:

  1. Votar es una obligación, no un derecho. El no votar está penado, así que no es una opción. Es puramente dictatorial y solamente países retrógradas como este lo amparan...

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